La cara es la “tarjeta de presentación” de cada individuo y, por lo tanto, es importante que siempre parezca brillante y saludable. Con los años, la piel pierde su carga de energía y su capacidad natural para producir colágeno y elastina, con la aparición de arrugas, impurezas y decoloraciones que empeoran la apariencia general.
Para mantener una apariencia juvenil y saludable, se puede elegir entre muchos tratamientos; cremas, sueros, cirugía, rellenos y tratamientos con equipos de vanguardia, como la fototerapia LED.
Ya los antiguos egipcios y los griegos se habían dado cuenta de que la luz podía usarse con fines terapéuticos, y en el siglo XVIII, se demostró científicamente que la luz roja podía activar selectivamente los componentes respiratorios de las mitocondrias, luego en el siglo XIX ya se utilizaba para tratar lesiones cutáneas causadas por la rubéola.
El principio de la terapia de luz es el usado por los equipos de fotoestimulación LED, que discutiremos más adelante en este artículo.
Brevemente, la luz generada por fuentes LED con diferentes longitudes de onda es absorbida por los cromóforos objetivo, estimulando procesos naturales, que ayudan a mejorar la apariencia de la piel, de una manera no invasiva, efectiva, indolora y completamente natural.
Intervenciones invasivas y cirurgía estética
Ya en los textos sagrados indios hay signos de cirugía estética, que gradualmente terminaron asumiendo significados que van más allá de la mera mejora estética, convirtiéndose en un verdadero medio de aceptación social.
En Italia, la cirugía estética es uno de los campos de la medicina mejor establecido, y con el tiempo se ha vuelto cada vez más accesible y menos invasiva, con tratamientos como estiramientos faciales con cables de suspensión, Botox y blefaroplastia.
El uso de la cirugía estética es útil para aquellos que desean darle a su rostro una apariencia juvenil o revolucionar su apariencia, y generalmente se obtienen resultados satisfactorios, sin embargo se logra con intervenciones a menudo invasivas y dolorosas.
El dolor y la incomodidad asociados con el alto riesgo de desarrollar problemas y complicaciones en la fase de recuperación posterior a la intervención, entre los cuales el más recurrente es el trastorno dismórfico del área tratada, hace que la opción de cirugía estética sea invasiva e insegura, a pesar del progreso en años recientes.
En respuesta a la creciente demanda de tratamientos, en los últimos años se ha desarrollado una tecnología no invasiva, cada vez más requerida por aquellos que desean una cara más joven, brillante y saludable, sin renunciar a la comodidad y al placer de la sesión estética.
Y que haya luz! Fotobioestimulación LED
La fotobioestimulación LED es un tratamiento que utiliza luz visible y no visible para obtener un efecto terapéutico en los tejidos vivos, y es bien conocido por sus efectos regeneradores en la piel y las articulaciones.
Está clínicamente probado que la irradiación de la cara con diferentes longitudes de onda de luz, emitida por las fuentes LED de última generación, ayuda a mejorar la salud de la piel.
En particular, algunos estudios han demostrado que más del 80% de los sujetos sometidos a un ciclo de fotoestimulación mostró un ablandamiento de las líneas finas faciales, y el 75% encontró un aumento en la compacidad y consistencia de la piel.
Aunque es posible registrar resultados visibles desde la primera sesión, el tratamiento con fototerapia o fotobioestimulación LED generalmente requiere protocolos de diferentes sesiones, que varían según la imperfección a tratar.
Los tratamientos de fotobioestimulación con LED son completamente no invasivos e indoloros y, si se llevan a cabo con equipos de última generación, no requieren ningún contacto directo con la piel, si no una distancia que permite mantener suficiente densidad de energía de las fuentes de LED para estimular el tejido objetivo.
Las diferentes combinaciones de longitudes de onda permiten llevar a cabo diferentes tratamientos y mejorar varias imperfecciones de la piel. Los protocolos posibles sirven de hecho para tratar el acné, el fotoenvejecimiento, la decoloración, la piel sensible, la cuperosa, la rosácea, la piel grasa, la dilatación de los poros, etc.
La ciencia de la Fotobioestimulación LED:
Las células contienen foto-receptores capaces de absorber fotones de luz, desencadenando procesos biológicos naturales; Por ejemplo, las mitocondrias de fibroblastos absorben la luz en rojo, liberando la energía que necesita el fibroblastos para producir nuevo colágeno.
La terapia de luz acelera los procesos celulares naturales, haciendo que la célula sea más eficiente y aumentando su metabolismo; Las células se vuelven más receptivas y sensibles a los factores exógenos. El flujo sanguíneo, el mecanismo de transporte del cuerpo, aumenta, lo que lleva a una mayor oxigenación del tejido, intercambio nutricional y desintoxicación.
Cada longitud de onda es absorbida por cromóforos específicos a diferentes profundidades, lo que permite realizar una gran cantidad de tratamientos y tratar diversos trastornos e imperfecciones de la piel y las articulaciones.
La luz Roja, estimula el centro de energía de la célula, estimulando la formación de nuevo colágeno y elastina. El resultado es una piel compacta y luminosa, con un aumento de su oxigenación.
La luz Azul, desempeña una acción antibacteriana contra la inflamación, ayuda a normalizar los niveles de sebo y relaja la piel después de reacciones alérgicas.
La luz infrarroja, estimula la membrana celular que controla los intercambios celulares y acelera el proceso de reparación celular y tisular.
Nuevas fronteras para la fototerapia LED:
La capacidad de diferentes longitudes de onda para penetrar a diferentes profundidades en la piel y el cuerpo y activar múltiples mecanismos terapéuticos, ha llevado a los investigadores a estudiar las diferentes propiedades de la luz, para descubrir beneficios también en el campo de la neurología. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad McGill en Montreal, Canadá, mostró que la luz LED se puede utilizar para regular la función neuronal, aumentando el “bienestar” de una persona.
Esto demuestra que aún queda mucho por descubrir sobre la fototerapia y su aplicación en otros campos de la medicina.